domingo, 26 de septiembre de 2010

UN SUEÑO LLAMADO EXILIO UNIDO

Yo tuve un sueño, una quimera relacionada con el exilio cubano, solía creer que los exiliados cubanos nos uniríamos en aras de conseguir nuestro objetivo común, la libertad de Cuba. Pensé que para unirnos no importaría si unos salieron del país en el 59 y otros hace dos meses; si algunos ya están cumpliendo los 80 años y otros recién alcanzan los 21; si muchos viven en Miami, otros en España, la Patagonia o la Conchinchina.

En mi sueño, veía la posibilidad de saltar por encima de las diferencias, que lógicamente existen porque no somos un bloque monolítico y lograr unir fuerzas, con sabiduría y respeto, aplicando un criterio democrático y de manera civilizada, sabríamos manejar esas diferencias, para solidificar nuestra alianza contra nuestro enemigo común, el cual durante cinco décadas ha aplicado con éxito la máxima "divide y vencerás", creciéndose más, a medida que se fragmentan nuestras filas, porque sabe que esa desunión debilita nuestra acción.

Durante mucho tiempo puse todo mi empeño en lograr esa unión del exilio, confieso que de corazón llegué a creer que podíamos lograrlo, sobre todo me sentí muy ilusionada con la organización de marchas y actividades a nivel mundial, con el objetivo de apoyar la libertad de Cuba y en las cuales veía una posibilidad de que nuestro exilio llegara a unirse y hacerse más fuerte, menos vulnerable. Pero en mi sueño de unificación, siempre termino estrellándome contra la pared del extremismo radical de un sector del exilio.

Estos extremistas radicales, lejos de alegrarse y apoyar cada manifestación de oposición interna, se regodean en aplicar etiquetas a cada persona o manifestación intramuros, de tal manera que si no dicen lo que ellos dirían o no hacen lo que ellos harían, no lo consideran oposición y por lo tanto, no los apoyan, sino por el contrario, los hacen trizas, para regocijo de la dictadura castrista, que festeja cada vez que alguien del exilio la emprende contra uno de sus opositores. Y es que los radicales no se dan cuenta de que dándole la espalda a los que están empujando el muro desde adentro, lo único que logran es hacerle el juego a la dictadura y prolongando su vida. ¿No sería mejor ayudarlos a empujar el muro?

Así ha sucedido con figuras tan disímiles como Guillermo Fariñas, Yoani Sánchez, incluso el grupo Los Aldeanos, los cuales, cada uno con sus propias armas, han atacado y desacreditado al régimen. En vez de criticarlos, deberíamos respetarlos, porque ellos están al pie del cañón, haciendo lo que no hicimos nosotros que escogimos abandonar el país. Que no piensen exactamente como nosotros, o no hagan las cosas como las haríamos nosotros, es parte del pluralismo que queremos para nuestro futuro. Como escribió en un comentario Rosa María Suárez (Rose Mary), "No podemos estar en contra del "mono-partidismo castrista-comunista" y al mismo tiempo exigir un "mono-criterio opositor" eso es contradictorio y solo pone de manifiesto hasta donde ha sido penetrado por la doctrina marxista, el pensamiento de aquellos que dicen oponerse a ella..."

Creo firmemente que nuestro objetivo fundamental como exilio, debe centrarse en apoyar a todos aquellos que se enfrentan al monstruo desde sus mismas entrañas, sin importar el medio cada uno de ellos utilice para hacerlo, porque todo lo que se haga contra la dictadura, por inofensivo que parezca, puede ser importante y digno de ser apoyado, ya sea una carta, una canción, un performance, una protesta, un blog, una huelga de hambre, todo puede ser dañino para nuestro enemigo y por lo tanto valioso para nuestro objetivo. Gotica a gotica se pulveriza la roca, y eso es lo que está sucediendo en Cuba.

Después de presenciar todo esto, he comprendido con gran decepción, que si seguimos por este camino, mi sueño de unir al exilio está muy lejos de convertirse en realidad y que jamás lograremos el objetivo de derrocar la dictadura, en todo caso, lo único que lograremos será sustituir una dictadura por otra y no es eso lo que deseo para mi país, por el contrario, quiero que Cuba algún día sea una nación donde tengan cabida todas las opiniones y cada cual pueda comulgar con el partido que desee, para aquellos que aún no lo sepan, en eso consiste la Democracia y la Libertad.



Miriam De La Vega
Septiembre 26, 2010