Si en la fría soledad de la mañana
recuerdas nuestras horas de locura
te pido que perdiendo la cordura
olvides el temor que te amilana.
Cobíjate en mi cuerpo, y sana
esta fiebre de amor que me consume
y dame tu calor, no soy inmune
a ese ardor que de tu cuerpo emana.
Y no olvides clausurar esa ventana
por donde entra el invierno del pasado
que solo con tenerte aquí a mi lado
el fuego del deseo se derrama.
recuerdas nuestras horas de locura
te pido que perdiendo la cordura
olvides el temor que te amilana.
Cobíjate en mi cuerpo, y sana
esta fiebre de amor que me consume
y dame tu calor, no soy inmune
a ese ardor que de tu cuerpo emana.
Y no olvides clausurar esa ventana
por donde entra el invierno del pasado
que solo con tenerte aquí a mi lado
el fuego del deseo se derrama.
Miriam De La Vega
Diciembre 4, 2023
Diciembre 4, 2023
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No me sorprende, que las musas lleguen a ti,
ResponderEliminarsiempre he admirado tus escritos y esta poesía habla
de ese gran amor, que llevas dentro, Felicidades
y gracias por dejarnos disfrutarlo.
Haydeecita
Gracias amiga, muy halagador tu comentario.
ResponderEliminarHermoso y sutilmente apasionado, delicado, muy bello..
ResponderEliminarGracias Gini por tus lindas palabras.
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