jueves, 5 de abril de 2012

ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ (De Miguel Hernández)



Pensando en el poeta que ayer dejó este mundo en la plenitud de su vida, dejando proyectos inconclusos y mucha poesía por ofrecer al mundo, recordé este poema que Miguel Hernández dedicó a la temprana muerte de su gran amigo Ramón Sijé, y que, por cierto, fue musicalizado e interpretado por Juan Manuel Serrat. 



ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ 

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


Autor: Miguel Hernández


 

2 comentarios:

  1. Querida amiga cibernética, muy oportuno el poema que en este oportuno momento pones a disposición de la lectura a quienes entren en tu página, lo cual demuestra que eres un ser lleno de luz y de amor por los demás.Gracias por rendir un tributo, un sencillo pero sincero homenaje al Poeta que dejó ayer este mundo y nos sumió en la desesperación de su ausencia. Dios tendrá el regocijo de su bella presencia y de su poesía mientras nosotros lo añoramos.

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  2. Gracias amiga por visitar mi blog y dejar tu comentario. Fue realmente muy triste la noticia de la desaparición física de Heriberto Hernández Medina, el dolor nos tocó a todos los que tuvimos el honor de conocerlo. Un gran poeta se ha ido, pero nos ha dejado su poesía y a través de ella, sentiremos que nunca se irá del todo.

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