jueves, 5 de junio de 2014

LA FRENÉTICA CARRERA DEL TIEMPO (Reflexión)



Las horas corren raudas, agitando implacables sus manecillas en frenética carrera hacia el futuro. Diariamente, aplaudes con entusiasmo esa velocidad que te acerca al tan deseado descanso semanal, sin darte cuenta de que con esa misma premura, vas perdiendo el vigor, la lozanía, el ímpetu, la intrepidez. Cada hora que pasa es un paso más hacia el ocaso de tu vida. 

Así se van las horas, los días, las semanas, los meses, los años... y así, sin darnos cuenta, se nos va la vida. 

¿Alguna vez te has preguntado por qué vives con tanta prisa, con tanta angustia, con tanto estrés, sin detenerte a percibir la brisa que acaricia tu rostro o a contemplar un amanecer, una puesta de sol, o el majestuoso espectáculo que ofrecen la luna y las estrellas iluminando tus noches?

¿Has pensado por qué no compartes más tiempo con tu pareja, tus hijos, tus nietos, tus amigos? ¿Por qué no dedicarles más tiempo a esas personas que son importantes en tu vida? No imaginas la gran diferencia que haces cuando te acercas a ellos y les preguntas cómo ha estado su día, o les das un abrazo, un beso, una palabra de ánimo, o una simple sonrisa. 

¿Acaso no te percatas de que viviendo a ese ritmo te estás perdiendo momentos irrepetibles? Piensa que la flor que no observes hoy, ya no estará mañana y que el momento que dejas escapar, ya no regresa. No permitas que el estrés, la presión del trabajo y la rutina diaria te roben la vida.

Quizás no lo entiendas hoy, porque estás demasiado ocupado con todos esos asuntos que consideras impostergables, pero hazte un favor, detente por un segundo y piensa que la vida es demasiado corta, se nos va en un abrir y cerrar de ojos y a veces nos juega una mala pasada. 

Procura dedicar más tiempo a compartir con tus seres queridos, no sabes cuánto tiempo más estarán contigo, si no los aprovechas ahora, puede ser que un día te arrepientas de no haber disfrutado lo suficiente de su valiosa compañía y entonces añorarás su presencia y querrás retroceder el tiempo, pero ya no habrá retroceso.

No lo dejes para luego, ahora que están aquí contigo, a tu alcance, comparte con los que amas, conversa con ellos, apóyalos, ríe, bromea, juega, canta, baila, disfruta todo lo que puedas, ahora que todavía los tienes cerca, solo así sentirás que aprovechaste al máximo el tiempo que compartieron juntos durante este viaje fugaz que es la vida.


Miriam De La Vega
Junio 3, 2014

TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS (Opinión)




Acabo de leer esta pregunta: ¿Por qué Dios aborrece a los homosexuales? Y no pude evitar escribir una respuesta. Aquí les va:

Dios es todo amor, por lo tanto, el aborrecimiento, así como el odio, no se pueden relacionar con Él, sino con las fuerzas del mal.

Dios no aborrece a ninguno de sus hijos, porque todos son especiales ante sus ojos, quien aborrece a los homosexuales y a muchos otros seres por ser diferentes, es la sociedad.
Dios nos dijo "Amaos los unos a los otros", no excluyó a los que de alguna manera son, piensan o sienten diferente, no especificó que no debíamos amar a los que tienen diferente raza, religión, ideas políticas o preferencia sexual.

Por eso creo que aquellos que aborrecen a los homosexuales no están siguiendo al pie de la letra las enseñanzas del Maestro. Él no nos enseñó a aborrecer, ni a odiar, ni a discriminar, ni a excluir, todo eso lo inventaron los hombres guiados por las fuerzas del mal.

Es de esa manera que poco a poco, sin que apenas lo hayamos notado, el mal se ha instalado en nuestro mundo y ha ido tomando fuerza, es así como su poder ha llegado a liderar naciones, a enfrentar hombres contra hombres, países contra países, religiones contra religiones, aplicando la máxima de “Divide y vencerás”.

Es por eso que me atrevo a decir que si queremos salvar este planeta de la ruina y la destrucción total hacia donde se dirige, debemos comenzar por ver a nuestros semejantes como hermanos, sin importar nuestras diferencias, solo teniendo en cuenta lo que nos une como género humano y tener presente que todos somos hijos de Dios.


Miriam De La Vega
Junio 5, 2014

martes, 3 de junio de 2014

EL CASCO Y LA MOTO (Opinión)



 

Hace varios días alguien puso un post en Facebook alertando sobre la necesidad de usar el casco para prevenir una fatalidad cuando se viaja en moto.

Creo que realmente es una medida importante llevar el casco, porque está demostrado que el casco puede salvar tu vida... pero la moto también puede salvar tu vida si la dejas en la casa, o mejor aún si jamás te compras una.

Sí, porque luego de analizar un montón de casos de conocidos, amigos y familiares que han tenido motos y han salido lesionados de mayor o menor gravedad, y en algunos casos, han dejado la vida en el asfalto, he llegado a la conclusión de que la mejor manera de evitar un accidente en moto es no montarse en ella.

(En memoria de Marcio Araujo, un amigo muy querido que falleció en un accidente de moto y a quien siempre llevaré en mi corazón)

Miriam De La Vega 
Junio 3, 2014