Hoy quiero contarles una historia inspiradora y no es fruto de mi imaginación, sino una historia de la vida real.
Ayer viernes, una pareja decidió salir a bailar, para comenzar el fin de semana con un poco de diversión. En el camino, pasaron frente a una casa y notaron que de allí salía humo negro, inmediatamente detuvieron el auto, llamaron al 911 y se acercaron a la casa a ver si había alguien.
Por la ventana pudieron ver a una señora de unos 70 años que aparentemente estaba ajena a lo que sucedía, comenzaron a gritarle que abriera la puerta, pero ella parecía no entender, otros autos también se detuvieron para tratar de ayudar, mientras llegaban los bomberos, que finalmente lograron rescatar a la señora que al parecer, no sufrió ningún daño físico, a pesar de que ya el humo negro invadía toda la casa. Gracias a la acción de esos buenos samaritanos, la señora está viva.
Sin duda, ayer Dios envió a dos de sus ángeles a salvarle la vida a esa señora y yo estoy muy orgullosa, porque esos ángeles son mis amigos Frank Soria y Guadalupe Marrero, que con su hermosa acción nos demostraron que todo no está perdido, que todavía existen buenas personas, capaces de poner a un lado sus planes y ayudar al prójimo aun a riesgo de salir lastimados.
Los felicito, amigos, que Dios los bendiga.
Miriam De La Vega
Septiembre 12, 2015
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