miércoles, 22 de julio de 2015

ME DUELE MI CUBA Y SU GENTE (Reflexión)

Me duele ver imágenes de mi Cuba, me duelen sus calles destruidas, llenas de charcos y baches, sus aceras pobladas de desperdicios y plastas de perros, que hay que ser un verdadero equilibrista para no pisarlas; me duelen sus fachadas sucias y descascaradas, los niños semidesnudos, los hombres mal hablados, las mujeres mal vestidas y con esos ademanes y movimientos tan vulgares. Me duele lo bajo que ha caído mi país y mi gente.

Me decepciono cada vez más cuando veo los reportajes donde aparecen los cubanos, a la mayoría ni se les entiende lo que hablan y se pasan el día sentados en la puerta de la casa, en el contén, en el portal o en la esquina, con una cerveza en la mano, conversando o jugando dominó. ¿A dónde fue a parar aquel cubano laborioso e incansable? En mi país todo se ha perdido, la decencia, la moral, la educación, el respeto, todos aquellos principios y valores que nos inculcaron nuestros padres se fueron a bolina.

Cuando vemos videos de antes del 59 nos damos cuenta de que el cubano siempre iba bien vestido, los caballeros limpios, bien peinados, impecables; las damas con sus vestidos, carteras y zapatos a la última moda. A través de las imágenes se puede palpar la educación, la clase, de los cubanos de entonces. Ahora todos, hombres, mujeres y niños, andan semidesnudos. La involución que ha tenido lugar en el país, está a un paso de regresarlos a la época de los aborígenes. Por ese camino, muy pronto, andarán todos en taparrabos.

Los cubanos siempre utilizaban una que otra mala palabra, porque era parte de la idiosincrasia, pero desde pequeños les enseñaban a no decirlas frente a las mujeres y a las personas mayores; ahora todos, incluyendo a las mujeres y hasta los niños, hablan una jerga imposible de descifrar, entre los modismos que cada vez abundan más y la cantidad tan excesiva de malas palabras que utilizan, no se habla castellano, el idioma de Cervantes languidece y temo que un futuro cercano vamos a necesitar un diccionario de idioma cubano actual o un traductor para poder entenderlos. Estoy pensando que posiblemente Google decida crear un "cuban translator".

Por eso me sumo a las palabras que mi esposo me dijo recientemente, porque yo también siento nostalgia de esa Cuba que no conocí.


Miriam De La Vega
Julio 15, 2015

sábado, 11 de julio de 2015

TU AUSENCIA SIGUE DOLIENDO (Mensaje dedicado a mi padre en el noveno aniversario de su partida)

Papi, un día como hoy te fuiste de este plano, el tiempo pasa y tu ausencia sigue doliendo, pero sé que estás en un lugar lleno de luz donde un día nos encontraremos y podremos abrazarnos y conversar como lo hacíamos en aquellos tiempos que viven eternamente en mi nostalgia. 

Mientras tanto, te pienso y te recuerdo con el amor de siempre. Espero que hoy llegue a ti este mensaje y un beso.

Miriam De La Vega
Julio 10, 2015

martes, 7 de julio de 2015

EL TESORO DE LA VISTA (Relatando vivencias personales)


Desde hace varios meses he tenido serios problemas con mis ojos, pero hoy mi debilidad visual se hizo notar más que nunca, para recordarme que soy legally blind, o sea, legalmente ciega, lo que quiere decir que puedo hacer una vida normal gracias a que existen los lentes de contacto, si me hubiera tocado nacer en una época anterior a la invención de esa maravilla, tendría que haber usado un bastón y un perro. 

Imagino lo que sucedería si algún día, no pudiera seguir usando mis lentes, no podría leer, ni trabajar, ni ver a mis nietas, ni compartir en Facebook, ni ver televisión, ni contemplar las puestas de sol. Sería muy triste tener que vivir con ese impedimento.

Recuerdo la primera vez que me puse unos lentes de contacto, tenía 10 años y para mí fue como descubrir el mundo, ese día vi por primera vez las hojas de los árboles, las flores y me maravillé cuando miré al cielo y descubrí cómo lucían realmente la luna y las estrellas, saltaba de felicidad porque ahora podía ver todo lo que me rodeaba como nunca antes lo había visto.

Recuerdo haber visto lágrimas de emoción en los ojos de mi madre, porque en ese momento cayó en la cuenta de cuán severa había sido mi falta de visión hasta ese momento y de que al regalarme aquella cajita aparentemente insignificante que contenía los lentes, me había dado el regalo más valioso que podría haber recibido en la vida, el tesoro de la vista.

© Miriam De La Vega
Julio 7, 2015