martes, 26 de mayo de 2009

MIAMI, CIUDAD DE LUCHADORES (Opinión)

Estuve leyendo el blog de cierto músico cubano, que decidió salir de Miami y buscar nuevos horizontes, porque no tuvo el éxito esperado en esta ciudad. En sus escritos, él culpa a "la mafia de Miami" que controla todo y aparentemente no le dieron oportunidades. También arremete con furia contra nuestra ciudad y lanza duras críticas contra figuras muy queridas, refiriéndose específicamente a Emilio Estefan. Y como yo tengo mi opinión y también me gusta expresarla, aquí les va.

Para mí, Miami es un crisol donde se mezclan múltiples nacionalidades, y eso es maravilloso, es lindo convivir con otras culturas y aprender de ellos, su música, sus comidas, sus costumbres. Por eso me encanta Miami, es una ciudad donde puedes trabajar con venezolanos, colombianos, nicaragüenses, cubanos, argentinos, peruanos, en fin, con personas de muchas partes del mundo, sobre todo de muchos países de América. Mi imagen de esta ciudad, no tiene nada que ver con la idea del infierno, sino con un arcoíris multicolor, que nos recuerda que después de la tormenta, siempre sale el sol.

Todos llegamos aquí con ansias de mejorar nuestra calidad de vida, y cuando digo todos, no me refiero solamente a los cubanos, sino a todos los inmigrantes. La competencia es muy dura, aquí convergen médicos, ingenieros, profesores, músicos, en fin, individuos que fueron profesionales en sus países, pero al llegar aquí tienen que empezar de cero, echar la competencia, y abrirse paso, para tratar de ganarse un lugar, pero ante todo hay que ganarse la vida, así vemos que muchos de esos profesionales, mientras revalidan sus títulos, tienen que trabajar como jardineros, como meseros, en factorías, en la construcción, en hoteles, limpiando casas, en fin, en lo que sea.

Muchos de ellos no logran nunca revalidar su título, porque no dominan el idioma y se quedan para el resto de sus vidas trabajando en algo muy diferente, la mayoría de las veces con inferior salario y posición social al que tenían en sus países de origen, pero los vemos luchando y tratando de adaptarse a su nueva vida, mientras disfrutan de los beneficios que este país les ofrece a sus familias y sobre todo para el futuro de sus hijos, porque esos si van a dominar el inglés y van a poder llegar a donde quieran llegar, todo depende de que se lo propongan... el límite es el cielo.



Muchas de esas personas, llegaron sin nada y a golpe de sacrificio y perseverancia se han creado un nombre, por eso para hablar de personas como los ESTEFAN, hay que hacerlo con mucho respeto, porque cuando llegaron aquí no tenían nada, nadie los conocía, en aquella época ni siquiera había un considerable público hispano para su música, ellos sí que la pulieron de verdad. El dinero, la posición y el reconocimiento que tienen hoy en día, no se los regalaron, ni les cayó del cielo, lo lucharon muy duro y se lo han ganado. Por eso y por ser personas humildes, que nunca han hecho ostentación de lo que tienen, ni han perdido el piso, son tan queridos por esta comunidad.

Para mí, Miami es una ciudad maravillosa donde vive gente muy luchadora, gente que, con mucho esfuerzo y tesón, han edificado una hermosa y prospera ciudad en un territorio que cuando llegaron era una zona pantanosa, totalmente inhóspita. Gente que llegaron con las manos vacías, pero no le tuvieron miedo a nada, echaron pa'lante, lucharon a brazo partido e hicieron lo que hoy tenemos.

Por eso amo este país y sobre todo esta maravillosa ciudad donde vivo, Miami, en la que nunca pude revalidar mi título de Cuba, pero en la que mis hijos se han labrado un futuro que jamás hubieran sonado en nuestro país. Si comparo la vida de mis hijos con la de mis sobrinos que se quedaron en Cuba, me siento muy bendecida de haber tenido esta oportunidad y considero que mi sacrificio personal ya está pagado con creces. Entonces respiro hondo y me siento feliz porque mis hijos tienen su futuro en sus propias manos.


Miriam De La Vega
Mayo 26, 2009

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