jueves, 26 de marzo de 2015

EL GALOPE DEL TIEMPO (Reflexión)




Y de pronto, le salieron alas al tiempo y nos llevó al galope, acelerando el paso hacia el mundo del mañana, con un hambre insaciable de futuro, tecnología, desarrollo, como si tuviera demasiada prisa, como si el mismo tiempo no fuera dueño absoluto de todo el tiempo del universo.

Ya no podemos saborear el hoy como quisiéramos, no disfrutamos con deleite un instante, un beso, una palabra, un sueño, una mirada, una canción. No nos detenemos a aspirar el aire fresco de la mañana, a contemplar un atardecer, o a dar un largo paseo por la playa. Atrás quedaron aquellas cálidas veladas familiares junto a la chimenea, en la cocina, en el comedor o en la terraza, compartiendo alegrías y tristezas con los padres, hermanos, abuelos, tíos y primos.

Vivimos atropelladamente en pos del mañana, del próximo segundo, del minuto siguiente, de la semana entrante, y eso nos arrebata el disfrute del ahora. Esperamos con ansia arrolladora el fin de semana y apenas llega, estamos sufriendo porque ya tenemos el lunes encima. Esa extenuante prisa por vivir nos está devorando la vida mordisco a mordisco.

Todo esto me angustia, tengo miedo de que perdamos la capacidad de amar, de soñar, de admirar las maravillas del mundo que nos rodea. Me preocupa que se nos vaya la vida como si fuera el sueño de una noche, pero sobre todo, que con este ritmo galopante, agotemos todo el tiempo del universo en una sola vida y ya no quede tiempo para regresar.


Miriam De La Vega
Marzo 26, 2015
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