miércoles, 5 de abril de 2017

YO ELIJO EL PERDÓN (Reflexión)





No cultivo el odio, ni el rencor. A veces me inunda la tristeza, el dolor me inflama el pecho y me duele hasta el alma, me he sentido disgustada, herida, defraudada, pero nunca he llegado a sentir odio por nadie. Agradezco a Dios por no haber permitido que mi espíritu se envenene con tan vanos sentimientos. A través de mi vida he aprendido que el odio y el rencor dañan más al que los siente que al que los recibe, son como un veneno que corroe el alma y no nos deja evolucionar como seres humanos, ni crecer espiritualmente y seguir adelante con la misión de nuestra vida.

El mejor remedio para evitar que esos sentimientos arruinen y marchiten nuestro espíritu, son el perdón y el olvido, yo los aplico siempre que alguien me hiere o me hace sentir mal, y lo hago principalmente por mí, porque el perdón y el olvido son acciones que me alivian, me curan, me liberan y me permiten seguir adelante. Perdonar nos hace libres.

La próxima vez que sientas que te invade el rencor y el odio, te ciega, relájate, cuenta hasta diez y hazte un favor a ti mismo, elige olvidar el agravio y perdonar a quien te ha dañado, a la larga te lo agradecerás. 


Miriam De La Vega 
- MDLV -
                                                © Todos los derechos reservados
                                                          Noviembre 8, 2014

1 comentario: