DESDE MI RINCÓN PERSONAL

Hoy me siento más vieja que la luna y que el sol, se obscurecen mis mañanas y los años, los meses, las semanas me visitan de forma inoportuna. La edad es una trampa, no hay ninguna manera de escapar, pues me domina, me oprime, me consume, me margina, gérmenes decadentes me vacunan. La vejez es la sombra que camina con premura y lascivia inusitada y al fulgor juvenil voraz arruina. Es filosa navaja que tajada de vida corta, y ya cuando termina tan solo me ha dejado apenas nada.            ©  Alicia Hurtado

Me duele la rodilla,  también me duele el hombro y hasta la rabadilla, soy un montón de escombros.  Cuando uno llega a viejo  se acumulan los años arrugas y pellejos y muchos desengaños. Se me pasan los días  sin mirarme al espejo,  me produce agonía  contemplar mi reflejo Ni aun para una foto  me decido a posar  la del perfil de Facebook  la quiero eliminar   El tinte del cabello  no me puede faltar las arrugas del cuello no las puedo borrar La piel no es la de antes perdió elasticidad por más que me acicale  no se puede arreglar. Ay, juventud perdida si pudiera ir atrás cada instante de vida disfrutaría más. Miriam De La Vega - MDLV -   © Todos los derechos reservados

Mujer de ayer, de hoy y de mañana Eres la eterna flor que desata pasiones,  Ilumina penumbras, genera inspiraciones, eres rayo de sol que entra por la ventana Tu cálida sonrisa apaga la tristeza Cura las cicatrices y en el amor se afana Eres cual manantial cuando corres ligera Contagiando tu brisa, juvenil y lozana Según pasan los años consolidas tu estirpe Guerrera por natura, de tradición mariana. Haces amor y vida, construyes el futuro Levantas puentes que unen y que nunca separan Emerges del silencio, del dolor, de la noche Te envuelves en la luz de la energía clara Para aliviar enfermos, para abrazar al triste Para salvar al mundo con la fuerza que emanas. Miriam De La Vega - MDLV -     © Todos los derechos reservados

Si un día me falta tu piel, si tu mirada se esfuma y se oculta tras la bruma no sé qué podría hacer. Mi cama sin tu presencia sería inmensa para mí, jamás podría dormir desvelada por tu ausencia. Quizás haría el intento  de buscarte en otra piel, y en otros labios, tu miel, pero no habría sentimiento. Tú sabes que yo no miento y ante una caricia ardiente yo me sentiría ausente y arruinaría el momento. Yo solo aprendí a ser tuya y hasta el día de mi muerte,  aunque ya no estés presente, siempre tuya, yo seré. Miriam De La Vega  - MDLV - © Todos los derechos reservados

"La era digital es el futuro", es una frase que escuchamos a diario, pero no es cierto. No amigos, la era digital no es el futuro, la era digital es el presente, ya está aquí, hoy es aquel futuro del que hablábamos y que veíamos lejano e inalcanzable.  El tren de la era digital ya llegó a nuestra estación y, si no te subes, te dejará atrás, y solo estarás vegetando. Si quieres tener una vida activa en la sociedad de hoy, si quieres ir con los tiempos, no dejes pasar ese tren.  No importa la edad que tengas, no permitas que nada te detenga, salta ahora mismo en algún vagón de ese tren y aférrate a él con tus dos manos. Al principio te resultará algo difícil, quizás te sientas incómodo y llegues a creer que no te adaptarás, pero si te dejas guiar y te preparas, llegará un momento en que te acomodarás e incluso te parecerá que has viajado en ese vagón durante toda tu vida.  El tiempo no espera, el desarrollo no da tregua, el futuro ya llegó y tú no te puedes quedar ...

Hoy es un día aciago. La tristeza asola la ciudad y el dolor me anuda la garganta. Las palabras se ahogan detrás de las lágrimas. ¿Hasta cuándo permitiremos que se pierdan vidas jóvenes, llenas de sueños, de proyectos, de esperanzas? ¿Hasta cuándo nuestros niños saldrán de la casa sin saber si regresarán? Ir a la escuela se está convirtiendo en algo tan peligroso e incierto como jugar a la ruleta rusa, cuando nuestros hijos salen de casa, con el propósito de buscar conocimientos y preparación para el futuro, pueden estar encaminándose al encuentro con la muerte. Basta de pensar que eso no nos afecta a nosotros, no importa si ocurre en otra ciudad, en otro estado, nada humano puede resultarnos ajeno, el sufrimiento de otro, es nuestro propio sufrimiento, porque todos estamos conectados, todos somos hijos de Dios y formamos parte de una misma conciencia universal y además, tenemos que pensar que hoy puede tocarle al hijo de alguien que no conocemos, pero mañana puede tocarle a ...