viernes, 3 de abril de 2015

ORAR ES CONVERSAR CON DIOS (Reflexión)



Amigos que me leen. Los que visitan habitualmente mi muro de Facebook o mi blog, saben que con cierta frecuencia les pido que eleven una oración por alguna persona que está atravesando por una situación difícil. Lo hago porque a través de la vida he comprobado el poder de la oración, he tenido grandes demostraciones, he visto suceder verdaderos milagros en respuesta a mis oraciones.

Pero quizás cuando alguien les pide que se sumen a una cadena de oración, muchos de ustedes se sienten algo desconcertados, porque piensan que no pueden hacerlo porque no conocen ninguna oración; no es así, todos sabemos orar.

Cuando alguien les pida que oren, o cuando sientan necesidad de hacerlo por ustedes mismos o por algún ser querido, no tienen que decir necesariamente una oración de esas que aprendimos cuando pequeños y que muchos repiten de memoria como una letanía, no es necesario decir un Padre Nuestro o un Ave María.

Orar es conversar con Dios, y cada uno puede hacerlo de la manera que lo desee, tal como si conversaran con un amigo o con un padre. No se trata de utilizar palabras bonitas o rebuscadas, se trata de decir las palabras que salgan desde el fondo de nuestro corazón y exponer ante el Padre nuestros sentimientos y preocupaciones. Si no lo han hecho nunca, inténtenlo y notarán la paz que se siente cuando abrimos nuestro corazón al Señor.

Y una última cosa, recuerden que nunca debemos dejar de agradecer por todas las bendiciones que hemos recibido.


Miriam De La Vega
Abril 2, 2015
© Todos los derechos reservados

No hay comentarios:

Publicar un comentario